El 13 de mayo de 2008 se celebró por primera y última vez vez en todas las comandancias de la Guardia Civil de España -y por orden del ministro Rubalcaba, con toda la pompa y boato de las que es capaz el Instituto Armado (taconazos, himnos, coronas a los caídos…)- el aniversario de la fundación de la Guardia Civil. El 164 aniversario. Digo yo que siempre es bueno celebrar la fundación de algo tan historiado, pero elegir un número tan feo y que no viene a cuento de nada como el 164 daba mala espina. Existía entre los guardias el run-run de que aquello era un experimento para socavar a la Patrona, la Virgen del Pilar. Para acabar teniendo una fiesta laica. Los civiles, disciplinados y militarotes ellos, celebraron encendidamente la fiesta del 164 aniversario. Pero más por orden de la superioridad que por convencimiento, me pareció a mi. Moviendo poco el bigote, por aquello de la discreción marca de la casa, y con el tricornio de los días de fiesta bien calado lo decían a las claras: esto está muy bien, pero la fiesta de la Guardia Civil, la de verdad, es la Pilarica.
Y en estas que llega a Jaén el teniente coronel Almiñana. Cuatro generaciones de guardias civiles en la familia lo contemplan. Se le nota a Almiñana que le va lo militar. Ya lo dejó claro el día de su toma de posesión. Y en la Fiesta del PIlar de este año lo ha confirmado. La Comandancia se llenó de espíritu castrense, que dirían los cronistas clásicos. Ahí va una foto de Francis J. Cano de uno de los momentos más sentidos del acto, la ofrenda a los caídos.
El 12 de octubre fue un año más fiesta en todos los cuarteles de la Guardia Civil de España. En los 67 de Jaén, también. Sin artificios, sin imposturas. La Pilarica y los civiles, el pincho de tortilla en el patio del cuartel y el vino español con el cura del pueblo, el alcalde y las fuerzas vivas de la localidad. En Jaén tiraron la casa por la ventana en un hotelazo. La Pilarica triunfa de nuevo. ¿Quién se acordó ayer del 165 aniversario? ¿Y de Rubalcaba?