Minutos antes de las diez de la mañana, un grupo de empleadas de la lavandería del hospital apuran un cigarrillo antes de volver al trabajo. “¿Huelga? Aquí no ha faltado ninguna. No vamos a perder más dinero, encima de lo que nos quitan. La mejor manera de protestar es venir a trabajar y que nos paguen el día, que no ahorren más a nuestra costa”, asegura una de ellas. El resto asiente. Dentro del hospital, en el despacho de UGT ponen cara de indignación al criticar que “Salud ha secuestrado los datos del seguimiento de la huelga. No sabemos cuánta gente la ha secundado”. La verdad es que la actividad en el hospital de Jaén es la de un día normal. “Ha venido hasta más gente que un día normal”, decían en un sindicato de los ‘profesionales’, que no había convocado huelga.
Detrás de la montaña de papel en cada mesa del Penal 1 hay un funcionario. Encima, con una sonrisa, que así se las gastan en esos lares habitualmente. El Penal 2 y el 3 están celebrando sin problemas. Y en la Audiencia condenan a un fulano a tres años, tras ratificar la conformidad prestada previamente. Según el recuento oficial, algo más del 92% de los funcionarios se han presentado a trabajar en la administración de Justicia. “Que quede claro que aquí nadie está de acuerdo con el recorte, pero tampoco con cómo han actuado los sindicatos”, indican en un juzgado.
La guerra de cifras está servida. Salvo en la Universidad y en algunos puntos de enseñanza, el seguimiento ha sido bajo. En eso parece que hay consenso. En la concentración de sindicalistas en la Plaza de San Francisco, a mediodía, hay unas 500 personas (foto de arriba facilitada por los sindicatos). En torno a la una y media un grupo de sindicalistas se refresca con una caña en la Cruz Blanca. Allí se habla ya de unas mil personas en la concentración. Poco después llega la nota de los sindicatos a la redacción: dos mil personas, dicen. En el vídeo, paseíllo de CSIF tras la concentración por las calles de Jaén y declaraciones de Joaquín Álvarez, su presidente en Jaén.