Si ven a Rafael Valdivielso y a Matilde Cruz en los periódicos y en las teles, van a saber lo que es capaz de hacer un político por salir en una foto, o por que lo saquen en el Canal Sur. Los dos individuos citan a la prensa a las seis de la tarde donde acaban la vías del tranvía, al final del polígono de Los Olivares, en un sitio sin apenas sombra. Como si no hubiera alerta naranja por calor. Y los dos se ponen debajo del primer poste de la catenaria que han plantado junto a las vías, a pleno sol. La prensa debatía sobre si estaban a cincuenta o sesenta grados, y se cruzaban apuestas para ver quién tenía valor para poner la mano encima de las traviesas, que literalmente estaban al rojo vivo. Y la Matilde y el Valdivieso (llegó en moto alardeando de fresquito, alegre bandolero) ahí plantados en las vías poniendo cara de satisfacción. Ni la Obregón hace tan bien un posado a cincuenta grados.
(Texto firmado por María Capilla de la Calle en IDEAL. Fotos de Celia Mondéjar)