TVE considera reabierto el debate sobre el ensañamiento después de que un tribunal no apreciase esta circunstancia en el caso de un homicidio con 37 puñaladas. En Jaén vamos a tener en los próximos meses un juicio con el mismo tema de fondo. Un caso además que estremeció a la opinión pública: la muerte de 26 puñaladas de Fernando Jurado (ex secretario general de UCD, empresario fundador de Aguas Sierra de Jaén y abogado). Fiscalía pide una condena de doce años contra el autor confeso del crimen, y considera que fue un homicidio. No hubo ensañamiento, que hubiese elevado el delito a la categoría de asesinato (penado con más de quince años de cárcel).
La definición que hace el Código Penal de ensañamiento difiere de la acepción del término en el lenguaje corriente. Para que un tribunal aprecie ensañamiento se debe haber «aumentando deliberada e inhumanamente el dolor del ofendido». La tesis que defenderá Fiscalía en el juicio es que el acusado, Antonio Q.G. no se propuso hacer sufrir a Jurado, sino que fue a por él, a matarlo, independientemente del número de puñaladas que le dio. De hecho la defensa intentará convencer al tribunal de que sólo fue consciente de las dos o tres primeras, y que fueron esas las que mataron a Fernando. Luego no hay ensañamiento.
Me queda la duda de si serán capaces de hacérselo entender al jurado que tendrá que decidir sobre este caso. Según suelen explicarle jueces y fiscales a los ciudadanos que forman parte de un tribunal popular que deben apoyarse en su sentido común. Y el sentido común dice que 26 puñaladas son ensañamiento. Aunque a veces la Justicia tiene razones que la razón no entiende.