La declaración del chófer Trujillo más que sorprendente ha sido estupefaciente. Entró imputado por once delitos y salió como un cohete hacia la cárcel por veintidós. Pisó mas charcos que Peppa Pig. Y deben de estar pitándole los oídos de tanta gente como andará mentándole el árbol genealógico por haberlos dejado a los pies de los caballos: desde el camello que le abastecía hasta los dos empresarios amigos que le hicieron un contrato falso para que cobrase el paro.
Trujillo ha vuelto a poner sobre la mesa otro viejo fantasma: el de Cárnicas Molina. El chófer emitía desde sus empresas fantasmas facturas fantasmas para justificar ingresos. Dijo Trujillo a Mercedes Alaya que hizo facturas para el despacho Villasís y para Dhul. El jefe de Villasís es Carlos Leal, cuyo nombre viene sonando desde que hace más de un año estalló el caso de los ERE.

(En la imagen del archivo de IDEAL, Carlos Leal está al fondo en la fila de la izquierda. En la imagen tomada en 1998, en una sesión negociadora entre IFA y sindicatos para cerrar Molina con prejubilaciones)

Leal, hace ahora una década, era el abogado contratado por la Junta de Andalucía a través del Instituto de Fomento de Andalucía para asesorar las prejubilaciones de Molina. El acuerdo que se firmó con los trabajadores (los últimos 144 llevan ocho meses acampados para que la Junta cumpla la palabra empeñada con ellos ahora) fue tan trasparente que quedó depositado en la caja fuerte de un año. Por parte de la Junta, además de Carlos Leal Bonani, negoció el ya fallecido César Braña (prejubilado fraudulentamente).
Por parte de los sindicatos negociaron aquel acuerdo Luis García de los Reyes (dimitido de UGT un segundo antes de que lo echasen tras descubrirse que su esposa, militante del PSOE, era otra intrusa), Damián Jiménez (ex de CC OO, con su esposa también de intrusa) y Juan Lanzas (ex UGT, mediador que  tras salir del sindicato en 2002 trabajó para Leal Bonani  al que la Policía considera la persona clave para acceder a las subvenciones que repartía Guerrero). Lo vengo diciendo desde hace tiempo: el truco del almendruco de los ERE se inventó en Jaén.
Trujillo también habló de las facturas que emitió a nombre de Dhul. Los Ruiz Mateos trabajaron con Juan Lanzas. De hecho, fue quien interesó a la familiia jerezana en la fábrica que se ha quedado a medio construir en el nuevo polígono de Jaén (el papelón que hizo la ex alcaldesa asegurando que el proyecto seguía en píe cuando ya estaba parado es de los históricos). Lanzas conoció a Guerrero cuando éste acababa dde ser nombrado director general de Trabajo. El primer ERE que le tocó a Guerrero fue el de Molina. El fantasma estupefaciente.

PD-Los santaneros se concentran hoy en la Plaza del Ayuntamiento de Linares para saber si la Junta les cumple la palabra y les apaña su situación. El auto de Alaya que mandó a Guerrero a prisión el pasado día 14(según Público) cita los 119.800 euros que se pagaron a un despacho de abogados (el del suegro de Arenas) por un informe de asesoramiento. En el mismo auto también se citan algunos pagos bajo sospecha a Villasís.