Alberto lleva todo el día dando el mismo consejo a sus clientes: “Esta noche ponle vaselina”. Alberto es cerrajero. Y el consejo se lo da a tenderos, directores de sucursales bancarias, encargados de supermercados y otras personas que confían en él durante todo el año el mantenimiento de sus puertas. Alberto no hará huelga. Es más. Está a tope de trabajo: desde la tarde del 28 recorre establecimientos comerciales ‘preparándoles’ las cerraduras. Contra el pegamento que les van a poner esta madrugada, el único remedio que hay es la vaselina. Así luego el atranque sale facilmente. Y seguramente haya que cambiar la cerradura. Es la cara B de las declaraciones de principios y la defensa de las libertades. La guerra sucia de cada huelga, el reverso a las coacciones en las empresas. Una batalla en la que se pone de evidencia que sin vaselina es más doloroso.
En Jaén la huelga general compite de todas formas con la juerga general: la fiesta de la primavera, donde se espera a más de 10.000 jóvenes en el recinto ferial desde primera hora de la tarde. En la valla del Museo Ibero han dejado un mensaje al respecto.
La foto de arriba la tomé el día de la huelga general de 2010. La de abajo es de esta mañana. Las dos en el Paseo de la Estación, a cincuenta metros de distancia una de otra.