Diego el pikiki sale de la Audiencia minutos después de que un jurado popular le haya declarado culpable del asesinato de Antonio Mallarín. Le van a caer entre 16 y 23 años de cárcel. El mallarín se cagó en sus muertos. Hay leyes que exigen que un insulto así se pague con sangre. Las mismas leyes que ahora lo condenan a él a muerte.
La mirada de Diego no refleja el abatimiento de un hombre al que le esperan muchos años en prísión. Es la mirada del miedo. No a la cárcel, que ya conoce bien: lleva tres años esperando este juicio y ya cumplió seis años por homicidio en 1985. Lo que teme es una posible venganza de los mallarines. Durante toda su vida, dentro y fuera de la cárcel, tendrá que guardarse las espaldas. Sabe bien que la cosa va en serio. En el juicio ha denunciado la desaparición y más que posible asesinato de su hermano Antonio El Tostao. Ojo por ojo.
El que ha salido bien parado ha sido Sebastián M.F., al que el jurado ha declarado no culpable. Ya lo dije durante el juicio: gran defensa la planteada por el abogado Manuel Gutiérrez.
(La foto, que consigue plasmar toda la tensión de la salida de Diego del Juzgado, es de Esther Muñoz)