La ley antitabaco ha cambiado el concepto de fumadora pasiva. Lo vi la otra noche en la puerta del bar de las rusas de Ejército Español. ‘Las sirenas del Kalinka’, como una vez las definió un taxista que las llevaba y las traía de vez en cuando. El caso es que la otra noche, en la puerta del local, un fulano estaba en mangas de camisa, con la cara colorada como un tomate y la voz pastosa que dan las copas. Y se fumaba su cigarrillo. Junto a él una chica, rubia y blanca, se arrullaba bajo el anorak mientras el otro daba calada tras calada. Las sirenas del kalinka (ahora el local de llama de otra manera) están a salvo del cáncer, pero se juegan una pulmonía si no quieren que se les escape el cliente.
Son las cosas que tienen las leyes. Desde hace muchos meses no hay constancia de que la autoridad vaya a bares de rusas en Jaén a controlar que nadie explote a las chicas, que hagan lo que hacen libremente, que nadie se quede la pasta que ganan…Eso sí: hay que impedir toda costa que fumen en local.
Somos tan hipócritas como con los toros: se puede fumar en la plaza, pero no se puede sacar a los fumetas por la tele. TVE se cura en salud y no televisa las corridas de toros. Dicen que por los animales, pero yo creo que es para que no se les cuele ningún puro. Así es la tele: en una cadena explicaban que podían sacar a un tipo metiéndose un pico, pero no fumando. En otra cadena que sí da toros pueden sacar tranquilamente a un torero con las tripas al aire y la cara chorreando de sangre. Pero humo, no por favor. No lo vayan a ver los chiquillos, y les causemos el espanto de ser fumadores pasivos televisivos.