La imagen de arriba la tomó José Ortega, Sitoh, el martes 30 de junio de 1990. Se la he enseñado a Vicente Oya, memoria viva de la ciudad, y a José Liébana, que va de camino, y hemos reconocido al subdelegado Teólifo García, a Manolo Fernández Rascón, al alcalde del pequeño Moscú cuando tosiria era el pequeño Moscú, Anguita Peragón, y a alguno más. A lo que iba es que un pequeño ejercicio de memoria deja a los políticos por los suelos. La foto me la ha pasado Amanda Martínez Badía, periodista de Bailén y documentalista de IDEAL. Ella gestiona la memoria de esta provincia a golpe de ratón desde su archivo. Y esta foto deja a muchas personas y administraciones retratadas.

Las personas que se sentaron el martes 30 de junio de 1998 en torno a la mesa de reuniones de la Subdelegación del Gobierno llevaban años a la gresca. Decían que querían arreglar las restricciones de agua para 200.000 jienenses de la capital y la campiña sur. Se tiraban el Víboras-Quiebrajano a la cabeza. El bienestar de los vecinos no los dejaba dormir. O eso decían. Aunque más bien parezca una mera excusa. Antes y después de esta foto. Una inmensa tomadura de pelo. Una broma de mal gusto: así juegan con nuestra sed.

En aquella reunión el Ministerio de Medio Ambiente dijo que podría tener la canalización en alta acaba para 2001. La Junta decía que se podía hacer incluso antes.

El jueves 3 de febrero de 2011, Rosa Aguilar (que aquel martes 30 junio de 1990 era comunista convencida y ahora es ministra socialista, fíjate si pasa el tiempo) vistió las obras de las tuberías del Víboras Quiebrajano. Se asomó a un pozo y vio un par de cuartas de tubería, que puso como ejemplo del Plan Activa y del compromiso del Gobierno con Jaén. Lo que han cambiado las cosas con los ministros. Antes venían a la provincia con promesas de grandes inversiones que luego se pasaban por el forro. Hoy les falta pasar la gorra, de lo pobretones que están. El caso es que diez años después de la fecha prometida hay hechos 14 kilómetros de tubería y faltan por hacer 70 más. Las obras comenzarán en mayo.

Para que se vea lo sufrido que es el papel, aquí dejo la crónica que publicó Carmen del Arco.