El coronel Ángel Sanz, guasón como el que más, me toma el pelo y siembra la duda: quienes esperen ver desfilar a la Legión el viernes con su macho cabrío al frente pueden llevars un chasco medio qué. “Han tenido bajas, y adiestrar una cabra para que desfile no es algo de dos días”, me comenta entre risas cuando le pregunto si los legionarios que van a izar la bandera de Jaén por la Paz traerán a su famosa mascota. Así que me quedo con la duda.
La wikipedia (qué haría yo sin ella) acude en mi ayuda, y me hace ver que no sería ninguna tragedia. (Corto y pego)
El macho cabrío de la Legión Española es la mascota tradicional de este cuerpo militar. Un ejemplar de la especie suele acompañar a los legionarios en los desfiles que realizan. Normalmente va ataviada con alguna prenda, bien sea un manto con su correspondiente emblema, o en ocasiones, un chapirí o gorro legionario.
Pese a que el animal que finalmente se afianzó en el puesto fue la cabra, la legión tuvo históricamente otras mascotas. En primer lugar, monos originarios de Ceuta, para más tarde sucederse monos de Gibraltar, ejemplares de arrui, osos e incluso loros amaestrados para decir palabras soeces.
Así que ya no quiero ver a la cabra. Me aburren las cabras. ¡Qué traigan un mono de culo pelado que sepa hacer cortes de manga, o mejor un loro que se cisque en los muertos de la peña en el Paseo de la Estación! Me parto. ¡La Legión en Jaén!
Para la historia de la bandera de Jaén por la Paz, (sólo puedo decir si la ponen es para tenerla en condiciones, no para dejarla hecha jirones como la tuvieron muchos meses) recurro a lo que publicó José M. Liébana recientemente en IDEAL:
La enseña nacional se colocó en 2006, a la vez que en otras ciudades gobernadas por el PP. El viento la destrozó en julio de 2007 y el nuevo gobierno municipal (PSOE e IU) la repuso en agosto. La asociación de vecinos de Expansión Norte propuso poner también una de Andalucía. Se la regaló en 2007 la entonces presidenta de la Cámara andaluza, Mar Moreno, y la cedieron al Ayuntamiento. Pero al final no se puso y, en 2009, con las obras del tranvía, se retiró también la española, lo que criticó el PP.
Actualización: Al final vino la cabra. Se llama Gero.