Me coge a pie cambiado, como casi a todo el mundo, el cese del coronel Ángel Sanz, ya ex delegado de Defensa en Jaén. Parece que un cese sin explicaciones, por una superioridad además que puede ser removida en pocos días, apenas pasen las elecciones. Si fue por un quítame allá a un nazi colado o por el protocolo del día de la Legión, nadie lo ha aclarado. Lo que sí tengo claro es que difícilmente va a encontrar Defensa a otro hombre que defienda y represente a las Fuerzas Armadas en Jaén con la clase y la pasión con las que lo ha hecho Sanz en los últimos nueve años. Y por supuesto, no encontrará a otro que lance vivas a España como él. De hecho, Ángel Sanz es quién mejor dice Viva España del mundo. Sin duda porque le sale del alma.