Hacen las colas para pedir comida y luego la revenden. Tienen una casa de protección social y okupan otra, por si tienen huéspedes. Y a saber en qué más pillerías andan. Son los ‘que me den’. Cuatro listos que se pasan la vida descojonándose de tí, de mí y del que se ponga delante. A mi que me den, y si no eres un racista, un fascista o lo que sea. Pero a mi que me den. Y no les va mal.
Las organizaciones no gubernamentales que reparten comida en Jaén a personas en situación de necesidad extrema en Jaén han detectado que hay jetas que acuden a todas, hacen acopio, y luego intentan sacarse unos cuartos vendiéndola. Su cara dura no conoce límites. Ya no es que se estén burlando de los que donan comida de buena fe. Es que le están quitando la comida de la boca a quien de verdad la necesita. Que desgraciadamente son muchos hoy día en Jaén.
Al Ayuntamiento de Jaén le okuparon hace días un edificio en el casco antiguo. La sorpresa saltó cuando los identificaron: había varios a los que se les había dado poco antes una vivienda en las 101 del Bulevar. Pisos nuevos gratis en un vencindario donde el que menos ha pagado 300.000 euros por una ratonera de 90 metros. Y ahora encima okupan. Como el cemento la tienen.
En Linares hay un caso extremo: varios beneficiarios de las casas sociales del Cerro son traficantes de droga. La Policía está harta de hacerles redadas. Para no tener la mierda en sus casas han llegado a desalojar a otros inquilinos de sus viviendas para convertirlas en fumaderos. Así los yonkis no van por la calle con papelinas y se lo ponen más difícil a los policías. Están traficando en casas de la Junta de Andalucía. De todos los andaluces. Ni pagan la renta mínima que se les exige como beneficiarios de viviendas sociales. Pero cada vez que los antidisturbios les ponen las guaridas patas arriba salen miles de euros de debajo de una baldosa. Y ni por esas. Ahí siguen. A la mínima, que me den.
No corren buenos tiempos para el buenismo ni para que lo políticamente correcto que ha nublado las entendederas a la administración durante años. ¿O será puro clientelismo? Estamos haciendo un enorme esfuerzo para mantener políticas sociales para quienes realmente lo necesitan. No para los caraduras. No para los ‘que me den’.