Después de tropecientas adversidades climatológicas, se hizo la luz. La eterna nubecita que se instaló meses atrás sobre nuestras cabezas parece haberse tomado unos días de relax. Vamos, yo no sé si les sucederá a ustedes, pero después de ene semanas jarreando sin parar se me hace raro salir por la mañana de casa con la tranquilidad de que no voy a destrozar el paraguas y de que no llegaré al curro completamente empapado. Está bien que el invierno sea invierno, pero una tregua de unos días viene de perlas para sacar el periscopio y comprobar que sí, que hay vida después de la muerte.
Los agricultores tienen que recuperar en esta semana gran parte del tiempo perdido durante las cuatro anteriores. Por fin la campaña de recolección de la aceituna, una de las más largas de los últimos años, avanza ya ‘viento en popa a toda vela’. ¿Qué se habrán encontrado al regresar a las explotaciones? Pues posiblemente poca aceituna en el árbol y mucha en el suelo. A buen seguro que las organizaciones agrarias ya están ultimando sus recálculos de cosecha, una información de enorme interés ya que las estimaciones a la baja deben ser un acicate para que los precios suban. El consejero Martín Soler ya ha advertido de que el tercero de los aforos, que se está realizando en estos momentos, recogerá una cantidad de aceite de oliva inferior a las 428.000 toneladas previstas para Jaén en el segundo recuento, que ya rebajó en 77.000 el primero.
El anticiclón también debe animar el carnaval. El fin de semana que viene Jaén se pondrá la máscara paa hacerle un corte de mangas a la recesión. Y es que no todo van a ser penas, disgustos y rechinar de dientes, rediós. Recordemos lo que dice ‘cejitas’: la crisis es un estado de ánimo. Así que se acabó lo de fruncir el ceño, ciscarnos en nuestra mala suerte y mirar al futuro con angustia. Toca reírse de todo y de todos. ‘Salut y forza al canut!
P. D. Enhorabuena a los 900 privilegiados que tuvieron la oportunidad de escuchar el pasado viernes a Los Secretos en Jaén. Menudo conciertazo.