El miércoles que viene se inaugura Expoliva, ‘la madre de todas las ferias’. La edición de este año pinta muy bien. Más expositores, más espacio reservado, más presupuesto… más, más, más. Este crecimiento de las principales variables que se utilizan para ‘medir’ el éxito o el fracaso de esta clase de eventos es doblemente meritorio: lo es porque el sector ha dado un paso hacia delante en tiempos convulsos como los que vivimos en estos momentos y lo es también porque las administraciones se han volcado promoviendo una serie de actividades que implican un salto de calidad. Ahí están el Zoco de la Comestica, el I Congreso sobre Análisis Sensorial o Espaccioinnova (donde Ideal estará presente como diario oficial).

También es reseñable el trabajo de Ferias Jaén, perfectamente consciente de que Expoliva es una de sus razones de ser. Me consta que Luis Carlos García y su equipo de colaboradores han currado como bestias para conseguir que Expoliva sea un poco más grande, todo un reto si tenemos en cuenta que estamos hablando de la muestra sectorial más importante del ‘mundo mundial’. Ahora sólo hay que esperar que todo salga a la perfección.

¿La principal incertidumbre? El aparcamiento. Las mil plazas de estacionamiento que ha restado el traslado provisional de la estación de autobuses puede generar más de un quebradero de cabeza (el propietario del olivar de enfrente ya se está frontando las manos).