Con cara de gilipollas
Hace unos años -¡madre mía, cómo pasa el tiempo!- publiqué este articulillo justo el mismo día del sorteo extraordinario de El Gordo. Era un 22 de diciembre de 2004. Decía así. “No sé si usted será consciente pero quizá acabe de ingresar por mor de la diosa fortuna en el selecto grupo de los 3.300 […]