¿Seguros?
Domingo, 15,30 horas. Reventón de rueda. Comunicación urgente con el seguro. “Hola, buenas tardes, es que he pinchado”, le indico a la amable señorita que se pone al teléfono. “Dígame la matrícula”. Se la digo. “Espere un segundo”. Espero. “A ver, ¿qué le ha pasado?”, prosigue la susodicha en estricto cumplimiento de los protocolos. “Pues […]