El pastelero siempre llama dos veces
Veamos. Antes de empezar quiero dejar bien claritas un par de cosas. Primera y principal, que soy un firme defensor de la absoluta libertad para hacer lo que se quiera con el peculio propio. Y segunda, también pienso que pegarse un fiestón sin hacer mal a nadie es uno de los mejores bálsamos contra las […]