En Jaén somos así. Buena gente, sin complejos, originales. Hasta en los semáforos. No sé si usted ya se habrá hecho cargo, pero si no se lo digo yo. Esta ciudad -sí, la misma que viste y calza, la misma que construye un tranvía de 100 millones de euros para que después mantenerlo parado- tiene los primeros semáforos hermafroditas del mundo. Mitad hombre (por el tradicional sombrero); mitad mujer (por el tradicional vestido). Yo les he puesto éste, que se halla en el cruce de la calle Baeza con el Paseo de la Estación, pero los puede encontrar por todas partes, como si fuera una plaga.
Yo al principio pensaba que era una casualidad. Una curiosa imagen consecuencia de una avería en panel de luces. Pero claro, al ver tantos… Quién dijo aquello de que esto es ‘Jaén ni pollas’.