Amigos, hoy he firmado este artículo denunciando la postergación vergonzante que sufre Jaén respecto a la celebración de grandes acontecimientos deportivos. Y como lo mío es el mundillo de la pasta, pues le he dado un enfoque economicista al asunto. También se incluye un despiece -que no he insertado- informando de que Jaén ‘tuvo a tiro’ la eliminatoria de Copa Davis que se celebra en Córdoba. La cosa dice así:
¿Por qué? ¿Por qué Jaén ‘no huele’ ninguno de los grandes acontecimientos deportivos que se celebran en este país? Con la honrosa excepción del final de etapa de la Vuelta en Valdepeñas de Jaén, nada de nada. Ninguna de las selecciones nacionales absolutas, por ejemplo, han oficiado en Jaén. Ninguna. Un agravio comparativo difícil de explicar. Y es que más allá de tratarse de espectáculos deportivos de primera índole, más allá del ‘orgullo patrio’ que supone que la Roja compita en uno u otro municipio, este tipo de eventos generan una serie de beneficios económicos que superan, con creces, la inversión en logística y organización que, todo sea dicho, no es precisamente ninguna minucia.
Ahora mismo tenemos un ejemplo de ello. El Ayuntamiento de Córdoba pagó 700.000 euros para albergar la semifinal de la Copa Davis que se celebra entre hoy y el domingo. El consistorio estima que la capital cordobesa ingresará entre 10 y 11 millones de euros gracias a las 16.000 personas –realmente hablan de una horquilla de entre 14.000 y 17.000– que mueve el enfrentamiento entre la Armada, capitaneada por un señor llamado Rafael Nadal, y los franceses. Calculan un gasto a la baja de 300 euros por visitante cada jornada, a lo que habría que agregar en torno a un millar de contrataciones para adecuación de la plaza de toros y la construcción de una pista de entrenamiento, además del refuerzo de las plantillas de hoteles, cafeterías y restaurantes. Pero no sólo Córdoba sale ganando –sólo con las entradas se compensan los 700.000 euros–, sino que también otras localidades cercanas han visto la oportunidad de negocio y han movido ficha. Es el caso de Montilla, que ha diseñado seis paquetes para atraer al gentío de la Davis. El radio de acción es tan amplio que hasta Jaén ‘ha pillado cacho’. Hoteles han confirmado reservas de grupos que irán y vendrán de Córdoba durante estos tres días.
Jaén se moviliza
El encuentro de la Selección Española de Fútbol en Granada, contra la República Checa el pasado 25 de marzo, o el más reciente contra Liechtenstein en Logroño, una ciudad con apenas 40.000 habitantes más que en Jaén, ha reabierto el debate. Y también, por primera vez, la movilización. En la red social Facebook se ha creado el grupo ‘Para que la selección española de fútbol juegue en Jaén’. A las seis y cuarto de la tarde de ayer ya habían confirmado su asistencia a un hipotético partido de la campeona del mundo 485 jienenses, una cifra que no para de incrementarse –a esa hora había otras 2.238 personas pendientes de responder a la invitación–. «El objetivo debe ser ambicioso: llenar un estadio virtual con entre 12.000 y 13.000 asistentes», aseguran los promotores de una iniciativa que corre como la pólvora por la red. La inmensa mayoría de los testimonios, claramente a favor. También aportaciones que ponen el acento en aspectos como la proyección que implica una competición de este calibre o la necesidad de acabar con una discriminación histórica hacia Jaén. Comentarios como el de Rafa Expósito resumen muy bien el sentir generalizado: «Lo que haga falta por la selección y por nuestra tierra».
Conviene analizar las razones de esta especie de ostracismo al que está condenado Jaén. Fuentes de la Federación Jienense de Fútbol han comentado que la propuesta debe partir de las autoridades, aunque la petición debe ser cursada por la Federación Andaluza de Fútbol. En cualquier caso, la principal traba se relaciona con la falta de unas instalaciones adecuadas. Se requeriría un campo con un aforo para 17.000 o 18.000 almas y la Victoria, que es el equipamiento más grande de la provincia, tiene capacidad para 12.536 aficionados, aunque con gradas supletorias se podría llegar hasta casi 20.000. Así sucedió hace tres temporadas con motivo del playoff de ascenso a Segunda División contra el Villarreal B. Lo que estaría por ver es si la UEFA, que es muy escrupulosa con los temas referidos a la seguridad, daría el visto bueno a este tipo de soluciones –casi seguro que no–.