Para explicar la renta de los olivareros siempre se ha utilizado el mismo ‘sistema’. De cada tres euros que entran en la casa de los aceituneros, dos los consiguen vendiendo su aceite y otro viene de Bruselas. En efecto, la repercusión de las ayudas siempre ha fluctuado entre el 30 y el 35 por ciento (ahí están los informes agrarios para comprobarlo), mientras que el mercado reportaba entre el 70 y el 65 por ciento. De ahí la enorme sensibilidad que despierta este tema entre los agricultores de Jaén. Pero esta sencilla ‘regla de tres’ ya no vale. Según los datos proporcionados este miércoles por la Junta de Andalucía, ahora el peso de las subvenciones es mucho mayor. Alcanza el 40 por ciento. ¿Por qué? Lo primero que podría pensarse es que la Unión Europea ha tenido un ataque de generosidad y ha decidido poner algún cero más (a la derecha, obviamente) del ‘cheque al portador’ que reciben todos los años unos 105.000 oleicultores jienenses. Pues no. Estaría bien, pero no. La realidad es mucho más cruda. La “cuota” sigue siendo la misma, en torno a los 410 millones de euros, pero lo que sí ha bajado de forma considerable es los ingresos que obtienen por la vía de la facturación del producto. El valor de la producción oleícola, incluidos los incentivos comunitarios, ha disminuido en Andalucía, lo que ha supuesto que en 2011 los olivicultores de Jaén ingresaran 60 millones menos que en 2010, un duro varapalo para las ‘grandes’ cuentas de Jaén, donde el agro aporta el 9,4 por ciento del Producto Interior Bruto, y especialmente para la economía de las zonas rurales, donde la subordinación hacia el monocultivo es mayor. Y es que desde 2009, que se dice pronto, el ‘oro’ verde se cotiza a precio de hojalata. Más o menos un 25 por ciento más barato que lo que cuesta producir un kilogramo.
La conclusión es que está ocurriendo exactamente lo contrario que lo que se perseguía en 2004, cuando se aprobó la última reforma de la Política Agraria Común (PAC), la que está vigente en la actualidad. Después de asegurarse una ficha financiera anual de más de 400 millones de euros hasta 2013, después de un durísimo proceso negociador en el que los grandes mecenas de la UE advirtieron que había que cerrar el grifo, después de que el propio sector se confabulara para apostar a tope por la comercialización, ahora resulta que la dependencia del dinero de la UE es todavía mayor. Con el agravante, y ésta es ‘la madre del cordero’ en estos momentos, de que se está debatiendo una nueva PAC y de que hay bastantes papeletas de que el ‘maná’ que llega hasta Jaén ya no sea tal ‘maná’. Nadie hace cuentas porque la letra pequeña de la PAC se está negociando ahora, porque la fórmula no está nada clara y porque nadie quiere pillarse los dedos. El borrador inicial presentado por el comisario Ciolos, que por cierto vendrá a Andalucía la tercera semana de abril, se traducía en un tijeretazo de unos 200 millones de euros para Jaén.
Y en este punto es cuando conviene tener muy en cuenta la opinión de la consejera de Agricultura de la Junta, Clara Aguilera, que la semana pasada estuvo en Bruselas y que sabe de primera mano lo que se está cociendo. «Yo no creo que se reduzca la asignación para España (5.800 millones de euros), pero sí puede haber un trasvase de recursos de Andalucía (y Jaén) hacia el resto de autonomías», afirmó en la capital. ¿De qué dependerá? Básicamente de los criterios que se fijen en la PAC. «De ahí que, aunque estemos en campaña -dijo Aguilera-, estemos muy atentos a lo que está pasando en Bruselas, donde se adoptan el 80 por ciento de las decisiones que atañen a la agricultura de Bailén, Mengíbar o Pegalajar». Clara Aguilera criticó duramente al ministro Arias Cañete por defender una PAC igual para todas las regiones. «Que quede claro, uniformidad es igual a recortes, porque el criterio de igualdad no es justo para el campo andaluz, con un modelo de desarrollo y unos derechos mayores que las otras comunidades», aseguró. Y es que, según Aguilera, la posibilidad de firmar alianzas dentro de España es muy complicada «porque todos los demás salen ganando». De ahí que la clave sea, a juicio de Aguilera, que la PAC marque las reglas del juego, recogiendo la excepcionalidad de Andalucía. En este contexto habría que entender la creación del Foro Europeo de Regiones del Olivar, una especie de “lobby” auspiciado por Andalucía donde se integran los trece territorios del olivar más importantes de Europa.
P. D. Extracto de la noticia publicada en la edición de papel ayer jueves.