De cinco años a esta parte todo se pincha. La burbuja del ladrillo, la financiera… y también el salvavidas que mantenía a flote el mercado laboral en Jaén allá cuando los días se vuelven grises, hace frío, llueve y se desempolva el árbol de navidad.Vamos, por estas fechas. Hoy deberíamos felicitarnos porque el desempleo ha bajado en Jaén. Pero no. Hay que cambiar los verbos ‘felicitar’ por ‘lamentar’ y ‘bajar’ por ‘subir’. Amigos y amigas, tal y como se esperaba, la aceituna también ha fallado. Además, no se trata de un leve traspié, sino de un batacazo en toda regla. Una malísima noticia que, de tener continuidad en estas semanas, tendrá incidencia directa en el ‘maquillaje’ estadístico de las listas del Inem que siempre se produce por estas fechas. Y todo apunta que así sucederá. Lo que ha ocurrido es muy fácil de entender con dos números. El año pasado la cifra de demandantes de trabajo disminuyó en 3.039 personas en noviembre. Ahora se ha producido un aumento de 1.116. El día y la noche. ¿Qué ha pasado? Pues que, también del día a la noche, hemos pasado de una campaña récord a una de las más escasas que se recuerdan. Según el primer aforo, se prevé una disminución de la producción del 75 por ciento, lo que en principio supondría que la oferta de jornales menguaría en 4,2 millones. ¿Qué pasa? Pues que ya se escuchan voces en el campo que anticipan que esa estimación de -75 por ciento igual se queda corta.
En cualquier caso, el guión de esta película se empezó a escribir hace unos meses. En pleno verano, con la mitad de la humanidad de vacaciones, los sindicatos ya advertían de la repercusión negativa que tendría sobre el empleo las malas expectativas de cosecha que se estaban confirmado. Es más. En agosto ya había temporeros buscando hueco en alguna cuadrilla. Desde entonces los peores augurios no han hecho más que cumplirse. Se hablaba de un estado de emergencia social. Y parece que no era ninguna exageración. El poco fruto que pende de las ramas de los olivos está siendo recogido por las propias familias. No hace falta gente de fuera. En las pequeñas y grandes explotaciones sí está habiendo contrataciones, pero muchas menos que en temporadas anteriores. Habrá que esperar a diciembre. Lo que también está bastante claro es que muy pocos alcanzarán las 35 peonadas que dan derecho a cobrar el subsidio agrario (420 euros) durante seis meses. Tanto es así que, según el secretario general de UGT-Jaén, Manuel Salazar, hay constancia de trabajadores que se ofrecen para recolectar gratis por llegar a esas 35 jornadas. La ministra Fátima Báñez, que estuvo en Jaén hace unas semanas para reinaugurar las nuevas oficinas de la Seguridad Social, aseguró que el Gobierno era sensible respecto a este problema, pero no se mojó. Se sabe que habrá modulación de esos 35 jornales, pero poco más.
La cuestión es que ahora mismo hay 70.572 desempleados en el Inem, lo que supone un incremento del 23,02 por ciento en tasa interanual. Tan sólo Palencia, con un 25,40 por ciento, y Ceuta, con un 23,49 por ciento, presentan una evolución más desfavorable. La subida media nacional se sitúa en el 11,02 por ciento y la de Andalucía, en el 13,06 por ciento. Los índices de precariedad siguen en máximos pese a la reforma. Sólo 6.441 de los 303.140 contratos formalizados hasta la fecha eran indefinidos –un 2,12 por ciento–. Esta coyuntura está teniendo efectos muy negativos en la Seguridad Social. En el último año ‘se han caído’ 12.130 afiliados, un 5,2 por ciento en términos relativos, descendiendo hasta 221.208 cotizantes en el sistema.