“Cada verano tiene su culebrón. El de éste ya se pueden imaginar cuál es… En efecto, es fácil, el tranvía. Ahí está en vía muerta desde mediados de mayo. Sé que las posiciones de unos y otros son difíciles de conciliar. El Ayuntamiento esgrime argumentos relacionados con el coste de este servicio, inasumibles para las arcas municipales a juicio del PP. Y la Junta insiste en que el funcionamiento del trenecillo es competencia del consistorio y a él le corresponde ponerlo en marcha.
Me van a permitir que no me postule ni a favor de unos ni en contra de otros, pero sí tengo que expresarles mi perplejidad por todo lo que está sucediendo. Estoy estupefacta, como también lo está la inmensa mayoría de los ciudadanos con los que he tenido la oportunidad de hablar del tema. O se impone el sentido común o, nuevamente, la clase política y los partidos saldrán trasquilados”.