Una imagen. O mejor dicho, una buena imagen siempre cuenta una historia. En prensa hay muchos ejemplos de ello. Tengo la fortuna de relacionarme a diario con profesionales que, a base de mucho oficio, han desarrollado una enorme capacidad de captar ‘el momento’. Ayer, buscando una fotografía para ilustrar una información para el periódico, me encontré con ésta. Sin lugar a dudas, una historia terrible. No doy ningún dato de contexto. Que cada cual se imagine el comienzo, el nudo y el desenlace. El fotógrafo se llama Miguel Medina, de la agencia AFP.