Este domingo, 21 de diciembre, coincidiendo con el solsticio de invierno, millones de humanos han sido llamados a fornicar a todo trapo para “efectuar un cambio de energía en la Tierra” y acabar con las guerras, las crisis económicas y demás problemones que nos ocupan y nos preocupan. Este orgasmo global, que se celebra desde hace unos cuantos años, fue convocado por Donna Sheehan y Paul Reffel, dos pacifistas californianos que han elevado a la categoría metafísica algo que se frivoliza con excesiva frecuencia: follar.
No sé qué les parecerá a ustedes, pero esta idea de copular para acabar con los malos rollos es, como mínimo, más original que los concienzudos planes de rescate que están poniendo en marcha los gobiernos de medio orbe. Me consta que el llamamiento de Sheehan y Reffel será secundado por infinidad de hombres y mujeres de pro, que ‘con mucho gusto’ quieren aportar su granito de arena para que líderes mundiales, estafadores piramidales, especuladores y ladrones de guante blanco dejen de hacer el memo y tocarle las narices al prójimo. Pero ojo, no basta tan sólo con darle a la cebolleta. Para “crear una masa crítica de vibraciones favorables a la armonía”, que es de lo que se trata, es requisito indispensable concentrar los pensamientos en la paz antes y después del clímax. “Tu mente se queda enb blanco -declara Sheehan-, una sensación similar a la de un estado de meditación”. “Se ha demostrado que las meditaciones colectivas logran cambios”, agrega.
Jaén es tierra de amores tórridos al resguardo de los olivos, de las inocencias perdidas en los intrincados senderos de Jabalcuz. Por todo ello y por los buenos propósitos de un movimiento que surge desde la buena fe, los jienenses deben entregarse sin remilgos a la causa de la pasión. De Aldeaquemada a Arbuniel, de Porcuna a La Iruela, la provincia debe ser un gran orgasmo. Un orgamo que unido al de Córdoba, al de Granada, al de Almería… liberen a la humanidad de las tenazas de la recesión. Donna, Paul, contad con Jaén. No os fallará.
Ahí va uno de los orgasmos más famosos de la historia del cine.