Después de algunos días fuera, hoy regreso a esta ventana multimedia, con un agujero en la tripa y otro en el bolsillo, que para todo dan estas fechas. He seguido de lejos la actualidad granadina, en la que ha vuelto a aparecer en escena la eurodiputada granadinísima Pilar del Castillo. ¿Se acuerdan de ella? Fue cabeza de lista al Congreso por la provincia en la etapa de Juan de Dios Martínez Soriano (PP), una de las decisiones que más le han cuestionado desde dentro al ex presidente. Claro, también los que han hecho de la política una profesión no quieren que los buenos puestos se los lleven otros. Y en gran parte, casi toda, llevan razón. Del Castillo llegó a afiliarse incluso al PP granadino y, tras el fracaso electoral, se fue a Europa, dijo, para luchar por Granada. No sé cuál habrá sido su aportación en esta lucha por ejemplo en el último debate del reparto de fondos. O en otras muchas cosas. No lo sé porque no lo cuentan o, tal vez, porque no haya hecho nada. Del Castillo ha regresado y me dicen que va a llevar de excursión a Bruselas a algunos militantes populares granadinos. Bienvenida sea, que aquí nunca se le trató mal. Incluso estuvimos dispuestos a creernos que se iba a hacer las europas para luchar por nosotros. De milagros menores se han escrito biblias.