Si algún día me convierto en político-militante-dirigente y alguien medio chalao me corresponde con agún alto cargo, una de las primeras cosas que haré, después de ocultar la identidad de mi móvil -esto sólo lo hacen la gente importante y medio boba-, decía que una de mis prioridades será cambiar mi vieja mochila maltrecha por una maleta con ruedas, cómoda y fácil de transportar en mis múltiples compromisos oficiales, reuniones y viajes por la cara. Conocida es la afición viajera del gobierno municipal. Pero puestos a viajar preferiría ser consejero de alguna entidad financiera. Sé de una muy granadina que se ha llevado a todos sus miembros a un país europeo con todos los gastos pagados. De lo que cuentan que ha costado cada uno de los viajes mejor hago como que ni me entero. Regalos de Reyes como éste se pillan bastante pocos.