Mi tino con los regalos no es digno de figurar de ejemplo, precisamente. Alguno me lo han devuelto para el corral y en otros han estado de cortarme las dos orejas y el rabo, por qué no admitirlo. Pero he salido íntegro de los últimos Reyes, que tiene su mérito. Sea como fuere, nunca se me ocurrió ni en mis ideas más estrambóticas regalar una agenda sin días, que es como comprar una bicicleta sin ruedas, una calculadora sin números o una casa sin tejado… podría seguir poniendo ejemplos pero no estoy muy ingenioso. Resulta que el concejal de Tráfico ha elaborado unas bonitas agendas con las instrucciones del carné por puntos y se las ha regalado a munícipes y amigos. Pero no aparecen los días, por lo que la agenda se parece a una libreta vulgar. No quiero ser malintencionado, pero si esa es la agenda del concejal de Tráfico ahora entiendo mejor el porqué de los atascos y de los retrasos.