Gabi, voy a seguir contigo (ver artículo anterior), pero no pienses que es una cuestión personal, ni sientas sobre el cogote el aliento de mi lupa miope de detective que no ve tres en un burro. Que no seré yo el que destape los trapos sucios de la política ni las corruptelas, si es que las hay, que los enemigos están detrás tuya. Sé que estás a punto de rematar tu proyecto para la nueva Feria de Muestras y que hace pocas semanas han visitado la provincia importantes empresarios para ver tu maqueta. Pero la Junta no comparte tu cartabón, que no es tan urbanita, es más de pueblo. Tú acostumbras a medir las cosas por palmos; en fin, que más da una cuarta más que menos. Pero los de la Junta, que tienen ojo de bisturí, dicen que tus terrenos son Vega. ¡Vaya puñeta! Las escuadras de los partidos no siempre comparten los ángulos rectos y tu feria pinta obtusa. Una pena. Dicen en la Junta que no tienen conocimiento ni oficial ni extraoficial de tus intenciones. Hay que ser muy ciego para no verlas, de todas formas. Tu tranqui, Gabi, que hay proyectos envenenados. Pero si te vas a ir, como cuentan, hazles morder la pozoña de tu urbanismo. Los gerifaltes de la Junta, como beban de tu pócima, van a acabar peor que los perros del cortijo de Ruiz de Ávila, groguis y noqueados por los ladrones. ¿Tú has entendido algo, Gabi? Yo tampoco.

Me despido hasta el martes.