No quieren los concejales del PP desvelar su patrimonio. Me cuentan que han mantenido reuniones previas bastante tensas, donde algunos eran especialmente reacios a hacer públicos sus bienes. Al final optaron por una decisión intermedia, una pantomima democrática (leer comentario anterior). Me sorprende que el propio Sebastián Pérez interviniera en esta decisión, sobre todo porque Arenas va en línea contraria. Pero me dicen que fue el propio Pérez el que, de manera informal, intentó con el PSOE minutos antes de que se celebrase el pleno que los socialistas retirasen la moción. Después hubo malos modos de algún concejal popular con la oposición. Pero la estrategia del PP tiene las patas muy cortas. Mañana martes tendrán que decir en el pleno de la Diputación qué opinan. Allí no tienen mayoría y no se pueden escapar. Si se niegan a hacer públicos sus bienes le llevarán la contraria a Arenas. No creo que se atrevan si quieren hacer méritos. Si votan que sí, coincidirían con la lógica del partido pero dejarían fuera de juego al alcalde. Por eso, mucho me temo que optarán por la abstención, que algunas veces suele ser el acto más coherente de la política y otras muchas el más cobarde. Cada vez me creo más lo que ha dicho Álvarez de la Chica, que quieren escaparse vivos.