Escribe hoy en IDEAL un artículo el alcalde de Armilla, José Antonio Morales Cara, que no tiene desperdicio: ‘De héroe a villano’, lo titula. De entrada, un dirigente político se autodescribe si, por el mero hecho de gestionar el dinero público y poner el cazo, se consideró en algún momento un héroe, aunque sea en sentido metafórico. En cambio, como no quiero barrer hacia afuera, sí reconoceré que los medios de comunicación hemos colaborado en el juicio paralelo al ‘clan de Armilla’ hasta creerlos villanos. (Algún proceso sumario también le han hecho en su propio partido). Pero ni lo uno ni lo otro, José Antonio, lo que al gobierno local de Armilla le sucede es que la Fiscalía le ha abierto investigación tras escuchar de boca de la delegada de la Junta que la tramitación del Parque Nevada de Tomás Olivo -lagarto, lagarto- pudo ser irregular. Tomás Olivo, el empresario que Onda Cero reconoció hace unos días que, por Navidad, a lo mejor pudo mandarle alguna botella de vino a los munícipes armilleros, poca cosa. La gestión de ningún alcalde debe estar al margen de la Justicia, lo que sucede es que los proyectos no son legales sólo porque sólo porque se creen puestos de trabajo. Bajo el paraguas amplio de esa excusa se han cometido verdaderos desmanes urbanísticos. Tus argumentos no son un alegato de defensa, son demagogia populista un poco cateta. Los jueces quizás quieran escuchar pretextos más sólidos. Y entonces, la misma Fiscalía que te ha abierto la investigación la cerrará y tus proyectos se valorarán por lo que valen, sin intoxicaciones interesadas. Nunca has sido un villano. Tampoco un héroe.