Confirmado, que los políticos leen este blog semiclandestino (y semicensurado) con más miedo que vergüenza. Pero hechas las consultas jurídicas pertinentes, podemos seguir adelante con nuestros rumores sin que los mutilen más de la cuenta.
Seguimos vivos, como Nino, al que el alcalde ya despide con romance de epílogo y le agradece los favores prestados. Cómo para no hacerlo. Nino ha dejado un ditirambo de ladrillos y, como los viejos césares, hay un trozo de su carne en la ciudad hecha piedra.
Aunque me haya hecho la puñeta reiteradamente durante tres años y medio, ahora me he cambiado de bando para ponerme junto a su chaqueta, tal vez porque quizás se vaya.
La continuidad de Nino se decidirá en febrero. Ese mes donde se gestan las listas del PP y el plan parihuela 2007.
Y aunque por razones obvias soy del cuño de las concejalas tipo Lepe, que se despelotan en las revistas por aquello de la transparencia, en este blog apostamos por Nino, para poder seguir armando el caparazón de hiena. Ya se nos ha ido por adelantado nuestra Conchi y no podríamos resistir que Nino entone el mismo sendero de migajas para pobres.
Esto es lo que les cuento, pero si queréis hablar de Del Ojo -del que ya escriben en las ediciones nacionales de los periódicos- adelante, que somos libres.