Todo político tiene su corazoncito, y todos escorados a la izquierda por cuestiones físicas. Y lo pasan mu mal, mu mal, cuando los periodistas pendencieros les cojemos como epicentro de nuestras ínfulas y nos inventamos una andanada de noticias manipuladas. No pensamos en sus familias, en su maltrecha salud, zarandeada por tanta entrega al servicio […]