LO contó el alcalde de Armilla, José Antonio Morales Cara, en una entrevista concedida a IDEAL el pasado septiembre. Conoció a Tomás Olivo «como a cualquier empresario que se acerca a un municipio como propietario de unos terrenos y que quería saber la clasificación de ese suelo. Se presentó un día diciendo “ésta es mi intención” y seguimos los cauces oportunos».

El Parque Nevada se convirtió en el “as” sobre la mesa -nunca se escondió el proyecto- del gobierno municipal de Armilla, un municipio que crecía a ritmos agigantados. Coincidió con el momento de apogeo de lo que se bautizó como el “clan de Armilla”, un grupo de amigos, militantes del PSOE, que alcanzaron grandes cotas de poder en las administraciones granadinas.

Tomás Olivo puso la idea y el Ayuntamiento de Armilla allanó el terreno para que pudiera levantarse el faraónico Parque Nevada. Hasta tal punto, que el promotor, acusado de cohecho y prevaricación en la “operación Malaya”, marcó las directrices de lo que se tenía que hacer, mientras que los funcionarios municipales -según el relato de la Fiscalía del TSJA- quedaron al margen del expediente: «Se han asumido todos los criterios técnicos desarrollados por el arquitecto del propio promotor que resultaba beneficiado con la construcción».

A tenor del decreto de Fiscalía, Morales Cara y Gabriel Cañavate depositaron confianza ciega en Tomás Olivo, que le iba a posibilitar coronar su gestión en Armilla con un mega proyecto que crearía más de mil puestos de trabajo. El PP ha insinuado que, en esa época, hubo viajes a Marbella de varios munícipes armilleros.
Se pusieron en manos de Tomás Olivo y ahí estuvo también el pecado original que les ha llevado al juzgado casi una década después, acusados de sendos delitos de prevaricación.

El Nevada terminó en alud y les cayó encima.
No es el primer proyecto de Tomás Olivo que acaba embarrancado. De similares características al centro comercial de Armilla, Olivo ha promovido, al margen de “La Cañada” de Marbella, el “Gran Plaza” de Roquetas, cuya licencia declaró nula el TSJA el pasado mes de octubre por no cumplir la ley.
En cualquier caso, el Parque Nevada fue durante años la gran esperanza para el desarrollo de Armilla y muchos pueblos del Área Metropolitana.

A pesar de sufrir una tramitación a trompicones, el grueso de la opinión pública estaba a favor. De hecho, la denuncia del PP en febrero de 2006 apenas tuvo trascendencia. A medida que el Parque Nevada se levantaba mastodóntico, empezaron a surgir las voces en contra. Pero el punto de inflexión fue -mala suerte- la detención de Tomás Olivo en el transcurso de la operación contra el fraude en Marbella. El empresario quedó en libertad tras pagar una fianza de medio millón de euros.
El pasado verano, la Fiscalía del TSJA solicitó una prórroga para continuar la investigación sobre el Nevada. Casi de forma paralela, el alcalde de Armilla sostenía que estaba seguro de que el fiscal acabaría archivando.

No ha sido así. El centro comercial, que ya estaba inmerso en un contencioso administrativo presentado por la Junta de Andalucía, será objeto ahora de un procedimiento penal.
Otro momento clave fue la visita de Manuel Chaves a Armilla el 21 de septiembre. Cuando el presidente de la Junta y del PSOE andaluz habló de «incumplimiento de la ley», se empezó a redactar el epílogo del “clan de Armilla”. El propio Chaves ha firmado el desenlace cuando apuntilló que ni Morales Cara ni Cañavate figurarán en ninguna lista electoral.