Después de más de media vida en política, Torres Hurtado ha adquirido la habilidad de hablar durante una hora sin mentir descaradamente la pata. Hoy ha convocado a los periodistas para dar su versión sobre la salida de García-Royo, al que ya no defenderé más porque ni me ha devuelto la llamada que le hice para pedirle una entrevista.
Yo lo voy a expresar con menos circunloquios, sin literatura: Torres Hurtado nos ha intentado tomar el pelo y le ha faltado valor para ser valiente.
Igual que a Sebastián, que cinco minutos antes de la comparecencia salía de la Alcaldía, tal vez tras dar las instrucciones pertinentes.
Torres Hurtado no ha dicho nada, no ha respondido a ninguna pregunta y ha pretendido vender una moto sin faros, sin ruedas y sin que hubiera moto. Lo digo otra vez, si Torres Hurtado y Sebastián, a medias, han amañado la salida de Nino deben de explicar públicamente los motivos y dejar de jugar a trileros con los plumillas.
Los periodistas -yo al menos- no somos figuras de cartón a los que se les dicen dos pamplinas y las reproducimos como chivatos. Si se convoca una rueda de prensa es para hablar. Ya está bien de contar dos chorradas para ganar unos segundos en las teles locales.
Y si alguno de los dos, Sebastián o Torres Hurtado, da la cara y cuenta que se han cargado a Nino porque es un chulo y un tocapelotas yo le aplaudiré y seguramente lo comparta. Pero para soltar milongas mejor que se callen. Para tomar decisiones valientes hay que tener valor y no basta con ser un vendedor de crecepelos con un discurso aprendido de memoria.
Ah, y esto en particular lo firma Quico Chirino, es mi opinión personal, ahí empieza y termina su valor, y no tiene nada que ver con el periódico. Y si alguno quiere que le aclare algo que me llame.