Después de un trimestre cabreado, con el puntapié todavía en el culo de la entrevista pendiente, no tengo más remedio que volver al triunviratum de ídolos de sal que un día tuvo este blog semiclandestino. Y ahí está Nino, un búfalo refunfuñando en el muermo de agosto que cada día nos movía las entendederas con alguna historia que […]