Ahora puedo confesar uno de los secretos del caso Frai: yo también me presenté al sorteo de las viviendas y quedé el penúltimo. Como verán, mi cenizo no es sólo aplicable a las tragaperras.
El Ministerio de Defensa ha obligado a la promotora a demoler parcialmente nueve bloques por el chanchullo de los aviones, por los apaños de mesa de camilla, por las triquiñuelas de los planos, por querer robarle a la Policía. Por una vez, han perdido los que iban de listos y hemos ganados los capullos que no salimos de pobres.
La secretaria de Estado de Defensa ha difundido hoy las claves de la propuesta en un comunicado que acompaña con un par de fotos suyas en primera persona, en plan Mandatela Álvarez, con un par.
En realidad, el pitorreo de los aviones no se debe ni a las plantas de más ni a los bloques de menos. Lo que en realidad enervó a los militares fue el choteo del concejal avezado y el promotor ambicioso. Que entre diálogos cervantinos y reflexiones en octosílabos quisieran pasarse a los militares por los cojones.