Un concejal ha estado a punto de regalarme hoy un queso que a su vez le había sido regalado, por lo que he estado a un tris de trincar mi primer cohecho culinario navideño. Desde aquí aviso de que acepto sin reparos cualquier tipo de prebenda o ágape -al ser posible económico-, un gesto que compensaré con titulares pastelosos a lo largo de 2008 en justa proporción a la entidad del regalo. Un buen detalle sería -un poner- un puestecito en el consejo de la RTVA.
Dádivas y obsequios como las que se intercambian en otros sectores. Me lo dice un colega, que se ha hecho rumoreadicto por mero aburrimiento. Para que haya políticos corruptos, se necesitan empresarios dispuestos a soltar guita.
Por eso, igual que se les pide explicaciones a los políticos cuando les sale un compañero chorizo, la asociación de promotores y empresarios tendrían que expedientar a los suyos cuando se dan al chanchullo y a las triquiñuelas como el que se entrega al vino. Pero ni constructores ni empresarios ha dicho todavía ni pío.
Defensa va a desmochar los bloques de Frai. Por mucho que los soplavelas de los imputados y sus amigos lo repitan hasta la saciedad, y aunque lo hagan con el lenguaje burdo que les caracteriza, los pisos no tenían autorización. Y esto no es interpretable y sólo justificable desde la ignorancia, que es demasiado atrevida. De lo contrario, el promotor no habría aceptado de buen grado una resolución del Ministerio que le va a costar del orden de seis millones de euros. Lo jodido es que aún así seguirá ganando dinero, a pesar de soltar mil millones de pesetas que pensaba meterse en el bolsillo.
Por eso no me creo que la vivienda esté por las nubes por culpa del precio del suelo. Los vivienda está cara porque algunos constructores andan de cara carísima.
Postdata: Después de una hora apostado en un olivar, pude comprobar que por Alhendín pasan aviones.