Ea. Ya se sabe que el candidato va a ser Javier Torres Vela. Digo que ya se sabe de manera oficial, porque intuirse como las adivinanzas malas de los niños de párvulos hace tiempo que sucedía. Lo ha dicho hoy el secretario de Política Municipal del PSOE, Álvaro Cuesta, y nos ha dejado sin cotilleos ni murmullos, a ver qué nos inventamos en este blog para seguir dándole de comer. -Abro paréntesis… Sé que Miguel Martín Romero nos lee los fines de semana, por eso aprovecho para pedirle su artículo de colaboración en nuestro centenario, estamos a punto, y solicitarle encarecidamente que enarbole la defensa de Conchi, ya que yo soy un machista que se ha cambiado de acera cuando he encontrado el relevo moreno del que otro día daré más pistas. Cierro paréntesis-. Quedo a la espera de todos aquellos que dijeron que hablarían cuando llegase el momento, confiados en que ese día de cuchillos largos sería en otoño y ahí se han quedado, fuera de juego tras una maniobra hábil del aparato socialista que ha ahogado en el barro a las pirañas internas. Torres contra Torres; no me gustaría ser ninguna de ellas, perder y no tener donde enrocarme. Está el pescado vendido. así que mejor nos entretenemos leyendo la disputa entre Barredo y El Alegrías (vean comentarios del artículo anterior), Góngora y Quevedo que se nos han colado en este blog para sacarse los higadillos. Barrete es pistolero fino y templado, que espera que el rival se dé la vuelta en el duelo para desenfundar con parsimonia y clavarle una bala en el ojo. El Alegrías es impulsivo, un pistolero de trabuco que mata moscas a cañonazos y utiliza balas gordas para alcanzar el objetivo sin tener que complicarse mucho la vida para atinar. Pasen y lean. Yo, que conozco a los dos, cualquier día los cito en el Paseo de los Tristes, con dos revólveres de plata con esa vieja leyenda en la culata que los caballeros llevaban grabada en sus espadas: «No desenfundar sin razón ni guardarla sin honor». Un duelo en el Paseo de los Tristes. Pero a cualquier hora menos al amanecer, que hay que madrugar mucho.