Me dicen los lectores de este blog semiclandestino que aplique el detector de corrupciones urbanísticas sobre Alhendín, donde las margaritas echan raíces en hormigón armado. En mi zurrón de expedientes y chivatos, para qué les voy a engañar, no hay mucho sobre Alhendín, para mi suerte y desgracia personal y periodística.
Pero como este blog tiene vocación interactiva, para el regocijo de los cuatro que nos leemos, aquí planto este foro abierto sobre Alhendín, para que se despachen a gusto los visitantes. Los escopetazos de Lady Winchester o los ‘argumentos fundamentados’ de Ernesto, que tiene la importancia de llamar a las cosas por su nombre.
En cualquier caso, no convirtamos el teatro en un juicio sumario a todo bicho viviente. La repercusión de las noticias dependen proporcionalmente de que estén bien medidas y documentadas. Lo contrario son ataques personales, y a eso no me presto.
Sobre Alhendín sólo manejo una bala en la recámara. Lo peor puede que esté todavía por llegar, por el cielo abierto del urbanismo improvisado. Y puede que ni sus propios protagonistas sean conscientes.