Esta tarde hay pleno en Ogíjares, que es una plaza medio ingobernable en la que ya nada extraña. Será un pleno movido, según me cuentan, sobre todo después de que salte a escena una denuncia inminente que se va a producir previsiblemente esa mañana y que hará que José Luis del Ojo se revuelva allí donde esté, desde donde esté observando la estructura de un Ayuntamiento al que aún le tiene querencia.
La omnipresencia Del Ojo que todo lo ve puede llevar a designios imprevisibles al gobierno de Ogíjares, también al Partido Popular en este municipio. Yo no descarto nada. Ni siquiera que el alcalde se harte y termine por libre. Al tiempo.