Cumple este blog semiclandestino un año de vida; y ahí anda, en pañales, con las pellas y las miserias -las propias- pegadas al culo.

Hoy quiero felicitarnos, en plural, para que quepa todo el mundo en este abrazo de éxito sosegado y sin censura, que debe de ser la carácterística de los chismes del libre-periodismo.

Hoy quiero felicitar también las Navidades, por protocolo y cortesía, a quienes navegan entre los cotilleos -me gustaría que fueran más morbosos aún- de este foro sin rostro, pero que pronto lo tendrá, que no desesperen algunos.

Felicidades -por estricto orden cronológico- a todos cuantos han alimentado las suspicacias de quienes, sin lugar a dudas, tenemos más borrones que cuentas en blanco. Felicidades, Gabi, quillo, sin ironías de doble cuño. Una felicitación sincera de quien se las tuvo que ver contigo sin que fueras su enemigo e intentó ser honesto. Al menos, todo lo que deja esta profesión de triples ‘p’ y dobles de ancho.

Felicidades, José Luis (Del Ojo), dónde quieras que estés esta noche sin páramos. Punto y seguido; aunque lo escriba aparte.

Felicidades, Ernesto, ‘uno de tantos’, novato, ex pepero, y Lady Winchester, que ahora se hace llamar Sarah y que es una figura misteriosa que a buen seguro estará más ceca de lo que nos pensamos y creemos. Felicidades a quienes olvido pero tengo presente.

Felicidades, Nino, que me llena de satisfacción y orgullo real que nos leas con atención y entusiasmo comedido. Y felicidades, Conchi, que con fina elegancia, como no podía ser menos, aguantas las salidas de tono de los que se creen de vuelta.

Lo dicho, Felicidades.