Iba dispuesto hoy a escribir un artículo a los soplacirios, al lado oscuro de la memoria histórica, pero me he dado cuenta de que eran 10 y malavenidos. De nada ha servido que, en los días previos y desde páginas ultras de Internet, hayan llamado a la movilización nacional contra los moros y Zapatero.
Además, Granada ha dado hoy un ejemplo de civismo y de democracia cuando ha mandado a callar, con sumo respeto, a las hordas radicales.
Sigue llamándome la atención la pinta de estos agitadores trasnochados. Porque se puede ser ultra y populista pero ir vestido con decoro. Si volviera cualquier régimen como los que ellos reivindican los encerrarían por vagos y maleantes sólo por los harapos.
Lo único que me ha molestado, aunque fuesen cuatro gatos, es que al sonar el himno de Blas Infante gritasen ¡Andalucía puta autonomía! Que no estamos para que vengan a tocarnos los cojones a nuestra propia casa.