Tengo dos objetivos en este artículo. El primero es mencionar a Carlos López, aunque sea de rondón. El presidente de las NNGG se está portando en la campaña como un “jabato”, dicen sus jefes. A mí, en verdad, ni me va ni me viene esta película, pero cuando en este blog se habló de Carlos López alcanzamos el récord de visitas y desde que el nuevo pupilo de los peperos se piró de este foro semiclandestino hemos perdido la pompa y el boato.

El segundo, el que en realidad me mueve, es darle la vuelta al reloj y empezar a contar los minutos que va a tardar Pepe García Giralte en valorar la acusación que pesa sobre el ex alcalde socialista de Ogíjares por un presunto delito de cohecho.

Le dimos el día de ayer de tregua para que se informara, llamara a los abogados, a la Fiscalía, a su compañero de partido, a sus asesores, a Eurotaxi, a Telepizza… Para que metiera el dedo en la llaga de la justicia si no se creía la información que publicó este periódico.

Es de suponer que habrá dado todos estos pasos, como hemos vuelto a recorrer nosotros para cerciorarnos de lo que ya sabíamos. Y Pepe García Giralte habrá llegado a la misma conclusión que nosotros: que hay tres acusados por un supuesto delito de cohecho, entre ellos el ex alcalde del PSOE, y que la Fiscalía del TSJA ha presentado denuncia en el juzgado para que se investigue la supuesta compra de votos en Ogíjares. Habrá comprobado que no hay nada archivado y que lo único que ha hecho la Fiscalía es cerrar su investigación porque la va a seguir un juez.

Puede que Pepe García Giralte supiera todo esto ayer o, al menos, lo intuyera. Pero prefirió agarrarse al clavo ardiendo de la sospecha para defender a los acusados. Si no lo conocía, lo más sensato hubiera sido no entrar en valoraciones, en ningún sentido. En cambio, repartió a todos los medios un pepelito sin ningún valor para desacreditar –quisiera o no, éste fue el efecto- la información publicada por IDEAL, correcta al cien por cien.

No pasa nada, Pepe, que yo te tengo por un tipo sensato que suele hablar sin ataduras. Pero he puesto en marcha el cronómetro para calcular lo que tardas, ahora que ya sabes lo que ha pasado, en enviar una nota a todos los medios de comunicación –como hiciste con el papelito– explicando qué piensas de que un antiguo alcalde de tu partido esté acusado de cohecho. Uno, dos, tres…