Por eso, en esta campaña, Pepe Torres anda plantando arbolitos y desahuciando estorninos. La frase más compleja que le he oído en mucho tiempo ha sido aquella de ‘Granada está guapa, anda que no está guapa Granada, Vicentico’, que le pones música y es un pasodoble de León y Quiroga.
Sí le he visto en cambio una maniobra inteligente al proponer el tranvía sin catenaria –¿eh?–… sin cables.
Lo explico. Torres Vela se descolgó en la precampaña con lo del metro por el Centro. Torres Hurtado, que nada más llegar a la plaza del Carmen envió este proyecto a hacer gárgaras, no tuvo ningún pudor en prometer cuatro años después un tranvía sin catenaria –¿cuálo?–, que no deja de ser un trenecito por encima de la calle pero vestido de lagarterana.
Con esta jugada jugada, ya había empatado con el candidato socialista, que además tuvo el error de intentar desacreditar la maquinita sin catenaria –¿cómorrr?– de Pepeto, cuando lo que tenía que haber hecho sería haberlo llevado de la mano a la Junta y hacerle firmar.
Torres Hurtado sigue plantando arbolitos y espantando palomos cagones. No tiene que hacer nada más para ganar, porque Torres Vela aún no le ha puesto en un aprieto. Aunque era tan sencillo como que su equipo de asesores le hubiesen preparado quince titulares. Uno para cada día de la campaña.