José Antonio Morales Cara ya tiene sustituto. Y no me refiero al nuevo alcalde, Gerardo Sánchez, sobre el que los malpensados dibujamos la sombra de la tercera pata del clan cuadrúpedo y que por lo pronto está demostrando que tiene independencia a la hora de tomar decisiones. Que va a acatar sin torcer el gesto las decisiones judiciales que estén porvenir, como por otra parte no podía ser de otra manera.
Pero Morales Cara ya ha sido dilapidado en la estructura orgánica del partido, un cuadrilátero que no pisa desde que estallara el ‘caso Nevada’. Su puesto como responsables de infraestructuras es el alcalde de Peligros, Jesús Huertas, un tipo con grandes aspiraciones políticas y que se desenvuelve con solvencia y descaro en círculos internos.
Para teñir este relevo generacional seguro que ahora saltan los peperos diciendo que Morales Cara todavía sigue en la Caja. Ganas de enturbiar las cosas.