Marifrán, además de ser una de las pocas políticas/os que todavía me cogen el móvil, es también una tipa cachonda con la que se puede bromear de la cosa pública si te la encuentras en un sarao en el que ambos estamos de gorra, por supuesto.
Entró Marifrán en la lista de concejales estirados y no le iba a salir gratis. Sebastián y Pepe Torres ya se lo han cobrado con sutileza. Sebas, con la habilidad que tiene para salir inerme de los marrones, le encomendó uno nada más llegar, aunque ella quizás no lo sepa.
Y ahora el alcalde le ha enviado por delante en este pifostio de los vuelos baratos, que ya está bien de soltar guita para que Caler se pasee como el virrey del aeropuerto.
Yo estoy con Marifrán, porque de momento es a la única que he escuchado defender una decisión que es muy fácil criticarla. Aunque no ponga la señalita del Arco de Elvira porque la picota se la refanfinfla.