El otro día les comenté que por fin se empiezan a ver los puñeteros ‘brotes verdes’ anunciados meses atrás por la vicepresidenta Salgado. Hay luz al final del túnel. Y para que la gracia fuera completa va el Inem y nos dice que Jaén es la provincia en la que más decreció el desempleo en noviembre, un 3,14 por ciento para ser más exactos. A los pocos minutos, el fax de la redacción empezó a escupir valoraciones de unos y otros. Los argumentos eran básicamente los mismos: cautela respecto a los resultados al reflejar la contratación estacional de la aceituna y petición de medidas para que se genere empleo.
Pero también hay quien analizó los datos desde la euforia. Y aseguró que el hecho de que hubiera menos parados registrados en todos los sectores (agricultura, construcción, industria, servicios y ‘colectivo sin empleo anterior’) se debía achacar a una recuperación del tejido productivo. Esto fue lo que vino a afirmar, por ejemplo, la delegada Teresa Vega.
A la hora de interpretar los números cada ‘maestrillo tiene su librillo’. Pero no todo vale. Vamos a ver, cuando alguien causa baja en el Inem lo hace en el epígrafe donde está dado de alta, con independencia de cuál sea su nueva ocupación. Es decir, que un albañil deja de aparecer en el apartado ‘construcción’ aunque se coloque recolectando aceitunas. Esto es lo que ha pasado -así me lo confirmaron fuentes del Inem-, que los camameros, los oficiales de primera, los dependientes del comercio… todos los que han perdido su trabajo durante la crisis están hallando acomodo en las cuadrillas de temporeros que varean las 108.000 explotaciones oleícolas de Jaén.
Hombre, es evidente que siempre ayuda que haya más obreros en los proyectos del Plan E, que algunos EREs (pocos) estén llegando a su fin y se reactiven las cadenas de fabricación, que haya algo de demanda de mano de obra en los servicios por aquello de la campaña navideña… pero nadie se cree -ni tan siquiera la propia Teresa Vega- que todo esto se pueda atribuir a una milagrosa mejoría de la economía. Piano, piano, no nos precipitemos. Todo llegará.