Hasta ahora siempre se había mantenido la teoría de que el mejor albariño tenía que ser el de la última añada. Lo que ocasionaba el rechazo de muchos comensales y gourmet a la propuestas de algunos restaurantes, al ofrecerles otras cosechas anteriores. Asunto que creaba situaciones incomodas o tener que devolver o vender a bajo precio dichas añadas anteriores. Siempre con la duda o reacción de descofianza del cliente. Este asunto preocupaba al Consejo Regulador de Albariño y ha realizado un seguimiento de la evolución de cosechas anteriores y las ha presentado a una cata a ciegas a un grupo de expertos catadores de toda España. Los resultados han sido sorprendentes. Desde una añada del 2005 hasta las del 2010, los vinos, no solo han mejorado, siendo la mayoría sin paso por madera. Lo que ha descubierto todo un mundo de olores, colores y sabores, sumamente interesantes y exquisitos. La gran mayoría de vinos catados han evolucionado positivamente. Ofreciéndose nuevas sensaciones. El único secreto es que las botellas se conserven perfectamente en temperatura, luz y humedad. Si tiene botellas antiguas, cátelas y ya me dirá como le han salido