Son 45 las carretas de Granada, y llevan “gloria bendita” para hacer el camino.
Hoy sale a las 11 de la mañana la Hermandad del Rocío de Granada, camino de la aldea almonteña. Pero aclaremos antes la palabra viático que significa el conjunto de provisiones y alimentos que se le da a una persona, para realizar un viaje. Y por eso en religión, dar el viático, es dar el alimento espiritual para realizar el ultimo viaje. Dicho esto, pasemos a contar como es la gastronomía rociera que se preparan para realizar un camino a bordo de las carretas hasta la aldea del Rocío. Las carretas, autenticas viviendas rodantes durante la romería, se componen de amigos y familias, como en el caso de los Álvarez. Antonio y su mujer Lida Sánchez llevan muchos años haciendo “el camino” con sus hijos Eva y Juan Antonio, los cuñados Maribel y Juan Luis y dos pequeños: Julisa de 7 años y el nieto de los Álvarez Álvaro, con solo dos años. Y la comida es uno de los pilares de esta fiesta religiosa, que comienza cada mañana con una misa de romeros, donde las tostadas con manteca colorá y el aceite de oliva virgen extra de la finca del Turco de Navas de San Juan, junto a las pasas en aguardiente dan fuerzas hasta el Ángelus, donde se realiza el primer aperitivo de la jornada. El “rengue” para la comida es la parada oficial de la Hermandad y allí salen las viandas preparadas días antes. No falta el gazpacho, arroz con conejo en “la Raya” o los pollos de Coria que guisa Antonio Álvarez. Hay croquetas y chuletillas empanadas que les hace Antonio Moya del Asador de Castilla. Otras viandas se han preparado en casa de los Álvarez, como las albóndigas en salsa, las habas fritas en aceite o los caracoles de Lida, El pan lo llevan de Trasmulas, si bien este año un panadero granadino los aprovisionara cada día del camino.
Antonio Almagro, hermano mayor y su mujer Gracia, junto a la mayordoma Lourdes Molina van atendiendo durante todo el tiempo a los peregrinos y amigos que se acercan a saludar a “Granada”, donde no le faltará un plato de comida, un rebujito y un “Ave María Purísima”. A todos los romeros les deseamos un buen camino y buena mesa.