Mis amigos, que también los tengo, se ríen mucho cuando les cuento que hay muchos cocineros que no prueban sus propios platos. He llegado a conocer el caso de un famoso cocinero con estrella Michelin de Madrid, que me decía, que solo oliendo un plato, sabe si esta salado o no. Y se quedo tan ilustrado y convencido. Servidor lleva unos años haciendo una investigación muy científica. Si puedo, cuando voy a cualquier bar o restaurante que hacen tortilla de patatas, me compro una porción para catar. Los datos son dramáticos. Llevándose la pauta de tortillas “asquerosas” el 98% de ellas las famosas tortillas de patatas que ponen en los bufes en los desayunos de hoteles y aeropuertos. Y ojo, que también voy a veces buenos hoteles que presumen de su cocina y cocineros. ¿Por favor, alguien tiene que avisar a ciertos cocineros que su tortilla es incomestible. Que no se puede comer, y en una ocasión le pedí al cocinero que probara su propia tortilla de patatas. En vez de, como en el chiste, que se le pedía al metre indicase al cocinero que se metiera por donde pudiese una paella para cuatro. En el caso de las tortillas de patatas no hay que ser un chef famoso ni un crítico de posíin para saber si está buena o está mala. Lo único que hay que hacer es que alguien la pruebe antes de ponerla a los clientes. Y si no está buena, por favor que se lo digan al cocinero. Los clientes somos criaturas, y no tenemos que pagar por algo incomestible, por norma